Proyectos
Mujeres y teletrabajo: estrategia de empleabilidad y conciliación de vida familiar
La necesidad de investigar el rol de la mujer en el nuevo escenario laboral- considerando el impacto producto de la pandemia- y la conciliación de la vida profesional y familiar, surge de los resultados del Estudio Diagnóstico del Teletrabajo en los Sectores de Comercio y Servicios, el que observó los elementos que inciden en el desarrollo laboral de los trabajadores de Santiago.

Bajo este escenario nace el proyecto denominado “Configuración femenina del teletrabajo: estrategia de empleabilidad y conciliación de vida familiar para mujeres pertenecientes a los Sectores de Comercio y Servicios en la Región Metropolitana”. Su objetivo fue diseñar una estrategia para el fortalecimiento de la empleabilidad de mujeres que actualmente se encuentren teletrabajando en el Sector Comercio y Servicios en la Región Metropolitana, centrado en la conciliación con la vida familiar y el autocuidado de las trabajadoras. Este proyecto se realizó en conjunto con la OTIC de la Cámara Nacional de Comercio, el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) y la Universidad Andrés Bello (UNAB) con el equipo de Abbanz.
El estudio fue de corte exploratorio desarrollado a través de metodología cualitativa. Fundamentado en la necesidad de establecer un diagnóstico en torno al proceso de ejecución y adaptabilidad del teletrabajo en mujeres pertenecientes a empresas de los sectores productivos asociados al comercio y servicios en la capital.
En una primera etapa, se realizó un análisis bibliográfico y de bases de datos para establecer una caracterización económica y laboral de las mujeres que realizan teletrabajo. En una segunda etapa, se realizó un trabajo de campo con Gerentes de RR.HH. y trabajadoras pertenecientes a los sectores del estudio y/o representantes de éstos. En una tercera etapa, se ejecutaron talleres con contenidos teórico práctico que dieron cuenta del escenario en el cual se encuentran insertas las mujeres que desempeñan funciones bajo la modalidad de teletrabajo.
El estudio tuvo como resultado una serie de directrices y conclusiones, entre las que destacan:

- Las teletrabajadoras resuelven de manera “privada” las responsabilidades asociadas a lo doméstico, al cuidado de otros y al autocuidado, generando estrategias personales para sobrellevar situaciones como la carga laboral y la organización de los tiempos, como es activar redes de apoyo cuando se requiere.
- En el caso de los empleadores cuentan con escasos mecanismos formales para monitorear la situación de las mujeres y hombres que teletrabajan. Esto provoca la invisibilización de la carga del trabajo doméstico y de cuidado, lo que dificulta la generación de medidas que puedan colaborar hacia una mejor conciliación y, por lo tanto, hacia mejores condiciones de teletrabajo.
- Se identificaron algunas medidas y herramientas incipientes que están orientadas a generar mejores condiciones para las mujeres que teletrabajan, como la generación de comités de trabajo que están focalizados en analizar la situación de las teletrabajadoras desde una perspectiva integral. Además, se constató la urgencia de desarrollar, a nivel de jefaturas y mandos medios, liderazgos empáticos e inclusivos.
- Desarrollo de competencias y la entrega de herramientas de gestión a jefaturas de nivel medio, tanto en lo referido a gestión de equipos a distancia, como en el acompañamiento y motivación de estos en espacios no presenciales.
- La recomendación es avanzar a modalidades de trabajo híbridas, en que el teletrabajo se alterne con la presencialidad y se promueva la flexibilidad en la ejecución de las responsabilidades encomendadas.
- Para que el teletrabajo pueda ser una medida que facilite la conciliación trabajo-familia de mujeres y hombres, éste se debe considerar con perspectiva de género, fomentando la igualdad y la corresponsabilidad para generar medidas que consideren y visibilicen el trabajo doméstico compartido y que potencie también la presencia masculina en estos trabajos.
- Se debe “desfeminizar” esta discusión relación mujer-teletrabajo, el gran desafío es generar medidas asociadas a la implementación de teletrabajo que favorezcan la equidad (entre hombres y mujeres) y fomenten la corresponsabilidad, tanto en el hogar (promovido por la empresa) como entre la empresa y las y los teletrabajadores.
- Es necesario avanzar hacia un “Catálogo de buenas prácticas” que facilite el ajuste y adopción de nuevos procesos y procedimientos en las empresas pertenecientes a los diversos sectores económicos.
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